Para los niños las camas no sólo son un lugar donde descansar, con su imaginación e ingenio las convierten en sitios divertidos para el juego y las historias de fantasía. Así unas veces se convierten en barcos piratas o en naves espaciales para transformarse rápidamente en el vagón de un tren o en un castillo encantado. La imaginación de los niños no tiene límites y a veces puede conducir a pequeños accidentes en la cama. Para asegurarte de que los peques de la casa están seguros en su cama te ofrecemos algunos consejos para que sus camas cumplan una serie de normas de seguridad.
Muchas veces cuando los niños son pequeños duermen en una cama más grande porque los padres la han comprado pensando en el futuro. En estos casos cuando los niños tienen una cama de 105cm, por ejemplo, se les debe de acoplar un colchón de la misma medida para evitar que al jugar o dormir se golpeen con la parte del mueble que ha quedado al descubierto.
Otro consejo es situar la cama de los niños pegada a la pared. Esta posición evitará que los niños mientras duerman se puedan caer al suelo, ya que chocarán por este lado contra la pared y por mucho que jueguen tendrán un espacio limitado. Además los juguetes ya no se caerán por detrás de la cama y quedarán atrapados encima de la ropa de cama que se encuentra en este lado de la cama.
Hay que tener en cuenta que, en un momento u otro, los niños decidirán saltar a modo de colchoneta elástica en el colchón de su habitación. Sin duda, esta es una parte de la infancia que ningún peque se debe perder. Así que deberás de asegurarte que la cama tiene un somier o una base tapizada suficientemente resistente.
Para los niños que duermen en literas o camas altas hay que asegurarse de que las escaleras por las que suben a la cama tienen estabilidad y están en buen estado para que no se caigan al subir. También es importante, aunque los niños sean mayores, colocar unas barandillas de protección para que no caigan desde arriba, sobre todo si tienden a moverse mucho durante la noche.
Lo más aconsejable es hablar con los niños de la peligrosidad y hacerles saber que deben tener precaución para evitar que ocurran accidentes en casa.