Hace poco ya os dimos algunos consejos para dormir bien y ahora os enseñamos qué posturas son las más adecuadas para evitar dolencias en la espalda y mejorar la calidad del sueño. Aunque muchas veces no nos damos cuenta, parte de los dolores de cabeza, musculares o de la espalda pueden prevenir de dormir con una mala postura. No queremos decir que éste sea el origen de todas vuestras dolencias, pero mejorar este aspecto os puede aliviar.
Seguramente cada uno de vosotros preferís una postura determinada porque os sentís más cómodos, por eso os vamos a indicar las diferentes posturas para dormir bien y a gusto.
Boca arriba
Esta postura es muy indicada para quienes tengan problemas de respiración, la postura correcta es boca arriba y con los brazos colocados junto al cuerpo. Se trata de una postura estable que evita que la espalda sufra dolores. Algunos expertos señalan que esta postura además evita que la cara se encuentre arrugada contra la almohada y, son embargo, esté aireada durante toda la noche. Para las mujeres también es muy saludable porque mantiene los pechos erguidos y firmes. Lo ideal es utilizar esta postura sin almohada para tener una postura óptima al dormir. Quienes sufren de ronquidos, no les recomendamos que opten por esta postura porque los acentuará más.
Apoyado sobre un lado
Esta es sin duda la postura que la mayoría de personas optan al dormir. Un estudio de la Universidad de Pittsburgh analizó que quienes dormían apoyados sobre el lado derecho su satisfacción a la hora de dormir era mayor y tenían menos pesadillas. Sin embargo, para las embarazadas es mejor que lo hagan sobre el lado izquierdo, el estudio indicaba que esta postura impide que la vena cava inferior se obstruya. Además esta postura es perfecta porque mejora la circulación en la madre y es muy recomendable durante el embarazo.
Boca abajo
Dormir boca abajo en algunos casos puede evitar los ronquidos o aliviarlos, pero es una postura a evitar por aquellos que tienen dolor de espalda, ya que la espina dorsal se encuentra forzada durante toda la noche. Además al tener la cabeza más alta que la espalda al dormir boca abajo puede que al despertar se sienta dolor de espalda, de cuello y rigidez. Además, es una postura que agrava las arrugas y la caída de los pechos.
Siempre es importante contar con un buen colchón que evite dolores de espalda y una almohada de firmeza media.